lunes, 13 de julio de 2015

TEMA:Como vivir una vida entregada al Señor


Como vivir una vida entregada al Señor




Como vivir una vida entregada al Señor

¿Por qué es que algunas personas nunca parecen creer en el Señor? ¿Por qué es que van de una calamidad a la siguiente, y nunca pueden salir de simplemente Sobrevivir? ¿Por qué es que muy pocas veces, si acaso alguna vez, experimentan el gozo del Señor? ¿Un rayo de esperanza espiritual? ¿Una relación más profunda con Dios? ¿La liberación para vivir en la esfera de sus dones? ¿Por qué no pueden avanzar para alcanzar sus propósitos y el destino que Dios tiene para ellos?
Yo creo que la respuesta radical a la palabra “entrega”. No le han entregado todo por completo a Dios. En realidad no han hecho que Jesús sea el Señor de sus vidas.
Entregar todo significa estar dispuestas a decir: “Señor hare lo que quieras que haga. Digo si a cualquier cosa que me pidas, aun si significa morir a mi misma y a mis deseos. Voy a abandonar las cosas de la carne que quiero para poder tener más de ti en mi vida. Iré a la iglesia cuando siento ganas de quedarme en casa. Ayunare cuando siento deseos de comer. Orare cuando preferiría ir a acostarme. Leeré tu palabra cuando preferiría ver televisión. Daré cuando sienta ganas de gastar el dinero en mi misma. Como mi primera reacción, y no como mi último recurso. Entrare en la alabanza y la adoración. Hare todo lo que tú me pides para agradarte y para poder avanzar hacia todo lo que tú tienes para mí. Esta actitud de entrega significa. Poner a Dios primero y someterse a su Señorío. Y así toda la diferencia en nuestra vida.
Jesús es señor lo declaremos o no. Eso es porque Dios lo exalto hasta lo sumo y le otorgó el nombre que es sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el señor, para gloria de Dios padre. (Filipenses 2. 9-11). Pero Jesús no es solo señor de él universo, el también es señor de nuestras vidas individuales. El hecho de que reconozcamos eso determinara el éxito y calidad de nuestra vida.
¿Recuerda usted mirar películas antiguas de vaqueros? En ellas el joven bueno (que usaba una camisa blanca) prende al malo (que usaba una camisa negra), le apunta con su revólver y le dice en tono amenazador: “Manos arriba”.
El hombre malo deja caer todo lo que tiene, levanta los brazos y dice: “Me entrego”.
Bueno esa es la clase de entrega que quiere Dios, solo que usted no es la persona mala y Dios no la está apuntando con un arma. El está señalando con su dedo asía usted, pero no de una manera acusadora o que causa vergüenza. El está señalando con amor, de la forma en que lo haría si la ha escogido para que forme parte de su equipo. Él le ésta diciendo: “quiero que me sigas. Entrégate a mí para que pueda darte todo lo que tengo para ti”.
Si soltamos todas las cosas y dijéramos “Me entrego. Señor a ti. Toma todo y haré lo que tú me digas que haga”. Nuestras vidas serian mejor en todo sentido.
Una vida entregada, gobernada completamente por Dios, es una vida que puede ser usada poderosamente para los propósitos de su reino. Dios no quiere solo una parte de usted. Dios quiere todo. Ore para que le pueda dar a Dios lo que él que el quiere