lunes, 24 de agosto de 2015

TEMA MQV: HOMBRES AMADORES DE SÍ MISMOS… (2 Timoteo 3:1-2a)

HOMBRES AMADORES DE SÍ MISMOS… (2 Timoteo 3:1-2a)


1Tambíen debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos…
 En la historia ha habido grandes épocas del cristianismo y también ha habido otras no tan ejemplares. Sin embargo, estaba pensando en cómo seremos recordados en el futuro ¿Qué legado hemos de dejarle a las futuras generaciones? ¿Cómo seremos recordados por ellos? ¿Qué van a decir de nosotros los futuros cristianos? Y todas estas preguntas venían a mi mente porque al reflexionar sobre lo que Pablo esta diciéndole a Timoteo acerca de los postreros días como tiempos peligrosos y compararlo con la manera en que estamos viviendo como cristianos en este tiempo, no sería ilógico decir que aquellas palabras proféticas de Pablo estén alcanzando su cumplimiento en nosotros. Que el siglo XXI puede ser ese tiempo peligroso del que Pablo este hablando años atrás a Timoteo. Si interpretáramos literalmente tiempos peligrosos, diríamos que Pablo se refiere a tiempos de dolor o angustia. De peligro o de dificultades que como iglesia habríamos de experimentar. Pero Pablo es muy claro al enumerar una larga lista de vicios que la iglesia futura experimentaría. Corrijo, una lista extensa de vicios que como iglesia estamos viviendo.
tlmd_osteen6 El primero de los vicios que Pablo enlista y que básicamente es la razón de escribir este artículo es el vicio de amarse a sí mismo. Esos tiempos peligrosos dice Pablo, se podrán identificar porque las futuras generaciones tendrán demasiado amor por sí mismas. Que algunas de las marcas que van a distinguir a muchos seudo-creyentes son el orgullo, la soberbia y el ego. Que el amor por ellos mismos será mayor que el amor a Dios. Un creyente que se convierte en amador de sí mismo es aquel que tiene demasiado orgullo, que el amor a sí mismo lo domina. El amor nunca es malo, de hecho es el vinculo perfecto, pero el exceso de amor por uno mismo eso si que es malo porque es símbolo de soberbia. Si yo me amo más a mí automáticamente estoy diciendo que amo menos a Dios. Porque la Biblia nos enseña que debemos amar a Dios por encima de todo y de todos. Que todo nuestro ser debe amarlo a Él. John MacArthur comenta sobre este pasaje que “el amor propio siempre esta asociado con lo mundano (…) los teólogos mas neo-ortodoxos han reconocido que el amor propio u orgullo es el pecado raíz de todos los demás vicios”.
 Ciertamente esto no es nada nuevo, en la Biblia encontramos a muchos hombres que se amaron mas a sí mismos que a Dios.
 Saúl por ejemplo, fue el primer rey que el pueblo de Israel tuvo, fue escogido por Dios y ungido por Samuel, pero durante su reinado no estuvo dispuesto a someterse a la voluntad de Dios. Por el contrario fue imprudente y soberbio. Siendo esto precisamente lo que lo llevó a cometer errores graves y sobre todo, a ser desechado por Dios. En cierta oportunidad usurpó el lugar del profeta ofreciendo holocausto a Dios. Demostrando con ello la insensatez de su corazón y el irrespeto por las funciones sacerdotales. Fue reprendido duramente por el profeta y advertido también que su reino sería corto (1Samuel 13:13-14). En el capitulo 15, nuevamente desobedeció a Dios. Samuel le dijo que debía ir a hacer guerra contra Amalec y destruirlo completamente a él y todo cuanto había en ese reino pero Saúl cumplió parcialmente. Obtuvo la victoria, pero le perdona la vida de Agag rey de Amalec, toma lo mejor del ganado y encima se levanta un monumento personal, como para jactarse de su triunfo. Olvidó que había triunfado porque Dios estaba con él. ¿Cuántos Saúles, amadores de sí mismos vemos hoy día, pavoneándose por los ministerios que están desarrollando? ¿Cuántos Saúles, amadores de sí están edificándose monumentos como señal de “éxito ministerial”?
 En Génesis 3 la oferta que les puso la serpiente a Adán y Eva fue que el día que comieran del fruto del conocimiento del bien y el mal sería como Dios. Pregunto ¿no es acaso la misma oferta que sigue vigente en nuestros días? ¿No es endiosarse el propósito de los que se aman a sí mismos? Hank Hanegraaff en su libro Cristianismo en Crisis, Siglo XXI, dice que “que Satanás empaqueta y vuelve a empaquetar la mentira en cualquier tamaño o forma que sean necesarios para hacer que se venda”. Por todos es sabido que muchas personas aseguran haber vendido su alma al diablo con tal de volverse famosos. No hace mucho fue viral un video de la cantante juvenil Katty Perry, donde dice que ella a los dieciséis años dejó ir el Evangelio porque creció con unos ministros viajeros, y cantando música góspel entró a la industria musical, y deseaba cantar música como Amy Grant pero no funcionó por lo tanto le vendió su alma al diablo, quizás pueda sonar como a broma pero su canción Rock god parece decir mas acerca de esa confesión. Como ella, muchos sino abiertamente de manera oculta han dejado ver su deseo de ser famosos a costa de lo que sea.
 Pero ¿Qué pasa con la iglesia del siglo XXI? ¿será que también se han convertido amadora de sí misma? Por supuesto que sí.
 El orgullo cada vez seselfie-1 hace mas patente en la iglesia hoy día. Constantemente vemos como ha surgido la competencia entre líderes por demostrar quien tiene la congregación mas numerosa o el templo mas grande del país, el continente o el mundo. Es una lucha por demostrar que iglesia tiene la mejores instalaciones, el mejor audio, el templo mas lujoso, o el mejor predicador, el que mejor se viste, el mas popular en las redes sociales, o el que atrae mas masas. Las instituciones se vuelven amadoras de sí mismas cuando entre sus propósitos esta competir por demostrar que son las mejores. Dios esta buscando líderes que lo amen a Él no que busquen convertirse en grandes porque Grande es solamente Él. Lamentablemente el iglecrecimiento se vuelve un fin en sí mismo, pero no como algo que promueva tener creyentes maduros, sino como un crecimiento a costa de lo que sea. No importa tener miembros espiritualmente raquíticos, lo que importa es que hayan muchos dentro del templo.
 Muchos predicadores de este siglo también se han vuelto amadores de sí mismos. Un predicador de mi país, Guatemala, se volvió objeto de señalamientos y recriminaciones en el internet cuando en una de sus predicaciones le dijo a su congregación que ellos y él, por supuesto, eran Jehová Jrs. Que ellos debían saber que estaban al mismo nivel de Dios. ¿Acaso esto no es demasiado orgullo? ¿No se parece a la misma mentira de la serpiente en Génesis 3? Citando nuevamente el libro de Hank Hanegraaff dijo que: el tele evangelista John Avanzini afirma que: el Espíritu de Dios declaró en la tierra hoy día cual ha sido el propósito eterno de Dios a lo largo de la edades… que Él se esta duplicando a sí mismo en la tierra. La misma idea, ser como Dios. Creflo Dollar dijo: si la Deidad se reúne y dice: creemos al hombre, entonces, ¿qué están produciendo? Están produciendo dioses, ustedes son dioses porque provinieron de Dios. Hay momentos en los que no se sabe si ponerse a reír o llorar al escuchar tales cosas, porque estos y otros personajes lo dicen de una manera tal que muchos se están tragando la píldora fácilmente.
 Y que pasa con el liderazgo o la congregación de “menor escala” ¿pueden convertirse en amadores de sí mismos? La respuesta también es contundente, si. Basta con que nos asomemos a las redes sociales para ver como muchos de nosotros estamos buscando popularidad. Si vamos a predicar, nos preocupamos por tomarnos al menos un selfie, o una auto foto, o bien le pedimos a alguien que nos tome esa fotografía para luego publicarla en nuestras redes. Igual si vamos a cantar, o si vamos a hacer obra social, etc. Sea lo que sea debe ser documentado para que otros vean que verdaderamente estamos haciendo la obra de Dios. He conocido a muchos que cuando van a hacer ministerio con niños pobres, o huérfanos o ancianos, o con personas en circunstancias difíciles, buscan a propósito a una de estas personas para sacarse la foto respectiva y que todos vean que sensible es a la necesidad de otros.
 En realidad no puedo juzgar si ese es el propósito o si es el hecho que deseamos que otros NOS VEAN, que otros puedan ver lo grandes que somos. Pero si puedo decir que esta no debería ser nuestra motivación. Es verdad que casi todos anhelamos muchos likes en nuestras fotos, pero ¿es para alimentar nuestro ego? Si buscamos la mejor toma para que otros nos alaben, nos aplaudan y nos hagan sentir que somos grandes entonces si que estamos en serios problemas porque somos amadores de sí mismos. Entendamos que ese amor propio excesivo se alimenta de los halagos, pero al final somos como globos que se llenan de helio, que entre mas aplausos mas se inflan pero en verdad estamos vacíos. Algunos nos escudamos en la famosa expresión: “la gloria sea para Dios” pero muy en el fondo decimos que “bueno soy”. Nos parecemos con nuestras fotos en las redes sociales como el rey Saúl que se alzó un monumento para que otros vieran lo grande que era.
 El llamado de Pablo a Timoteo era que conociera que vendrían tiempos donde todas estas cosas pasarían, repito no se cuantas generaciones mas vendrán o si esta es la ultima generación, pero lo cierto es que estamos cayendo en este vicio, nos estamos volviendo personas que gustan de sentirse admirados, aplaudidos, y engrandecidos. El único objetivo del ser humano en el área que sea es convertirse en el mejor del mundo. Pero en los creyentes no debería existir este sentir, por el contrario debemos recordar que Dios detesta a los soberbios, los resiste, los desecha, no los aguanta, no los desea cerca de Él. Y aunque pensemos que estamos haciéndolo para Dios, si nuestros propósitos no están claros, lo único que ganaremos que en aquel día nos puedan decir: apártense de mi hacedores de maldad, nunca los conocí, por mas que me digan que anduvieron predicando, cantando, etc, todo lo hicieron para ustedes mismos y no para quien les permitió hacer todo eso. Dios se agrada de los humildes, de los sencillos de corazón, de aquellos que no desean ser vistos, de los que solo pretenden darle la honra a Dios, de aquellos que quieren presentar a Cristo y no a ellos mismos.
Bendiciones y paz amados hermanos.

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