jueves, 16 de enero de 2014

SER HOMBRE DE VALOR MARCA LA DIFERENCIA

UN HOMBRE DE VALOR HACE LA DIFERENCIA

Al resucitar Jesús dijo a los Discípulos: «Por tanto, id, y haced discípulos... » (Mt. 28.19). Un HOMBRE DE VALOR es uno que acepta el reto de ser discípulo de Jesús. Hay por la menos siete (7) características que, en palabras de Jesús, encarna un Discípulo.
1. «... Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;...» (Jn. 8.3 1). La Biblia nos fue dejada para que conociésemos la Palabra de Jesús. Vivir la vida en armonía con Su Palabra es un desafió que tenemos que encarar cada día. La raza humana se ha alejado de la Palabra del Señor y las consecuencias las estamos viviendo hoy
2. «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.» (Jn. 13.34-35). Una característica sobresaliente en un Hombre de Valor es el amor. Amar a Dios sobre todas las cosas. Amar a su prójimo como a sí mismo. Amar a sus enemigos. Amar a la esposa como Cristo amó a la Iglesia. Amar a sus hermanos en la fe, así como el Padre amaa su Hijo Jesús. «Y les he dado a conocer tu nombre... para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.» (Jn. 17.26). El amar es un mandamiento, no un sentimiento. Jesús espera que amemos o los hombres y utilicemos las cosas; pero hoy, los hombres aman los cosas y utilizan a su prójimo. Cuando llevaban a las Cristianos al circo romano para ser devorados por las fieras o consumidos por el fuego, ellos, mientras esperaban exhalar el último aliento, se abrazaban con sus seres queridos y hermanos en la fe y cantaban con gozo en sus corazones. Mientras tanto, la turba reunida que esperaba con ansiedad la sangre de ellos, con asombro exclamaba: "! Mirad cómo se aman los Cristianos!".
3. «En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos» (Jn. 15.8). Existen dos clases de fruto que Dios espera que llevemos en abundancia. Primero: el fruto del Espíritu - «Mas el fruto del Espíritu es amor gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley» (Gá. 5.22-23); este es el carácter de Jesús en nosotros. Segundo: llevar a otros al conocimiento de Jesús; es decir, hacer a otros discípulos de Cristo. Él dijo:
«A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos» (Mt. 10.32-33).
4. «Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, y madre, y mujer e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.» (Lc. 14.26). Nuestra lealtad a Jesús está por encima a la que le debemos a nuestras seres queridos; de tal forma que ellos lo podrán interpretar como si no los amáramos - como si los aborreciéramos; sin embargo, este compromiso con el Señor es el que les brinda verdadera seguridad; es imposible amar a Dios sobre todas las cosas y no reflejarlo en los seres amados.
.5. «Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí no puede ser mi discípulo.»(Lc. 14.27). Cuando los romanos llevaban a una persona al lugar de ejecución, era forzado a cargar una cruz sobre la cual él iba ser colgado. Esto significaba que él debía sumisión completa a Roma; a la vez era una advertencia a los que observaban; que también debían de someterse al imperio.
Jesús utiliza esa figura para enseñarle a los que lo seguían, que su compromiso, con Él no podía ser superficial. Seguir o Cristo significa total sumisión a Él. En algunos casos, quizás, esto significaría aun la muerte.
6. «Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.» (Lc. 14.33). Reconocer el señorío de Cristo sobre todas las cosas, es la implicación de esta declaración. Nosotros somos tan sólo administradores; no propietarios de los bienes, recursos y dones que Él nos ha concedido. El apóstol Pablo dijo:«porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.»(1ª Ti. 6.7). Job dijo: «....Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá... » (Job 1.21). Benjamín Franklin, parafraseando esta verdad, dijo: "Si lo que tienes es tuyo, por qué no te lo llevas cuando mueras."
7. «El discípulo no es más que su maestro.. Bástale al discípulo ser como su maestro... » (Mt. 10.24-25). El máximo anhelo de un seguidor de Jesús, es ser como Él. Él es nuestro modelo y ejemplo en todas las cosas.
El famoso evangelista Juan Wesley dijo en uno oportunidad:
"Denme 100 hombree que amen a Dios y odien el pecado, y haremos temblar las puertas del infierno". Esa es la descripción de un verdadero discípulo del Señor. Esta generación no ha experimentado lo que significa hombres cristianos comprometidos completamente con el Señor. Dios está haciendo una obra nueva hoy. Él espera su decisión ahora mismo.



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