martes, 25 de marzo de 2014

GUERRA ESPIRITUAL ESTRATEGICA PARTE 10

GUERRA ESPIRITUAL PARTE 10

Espíritus que tratan de impedir la propagación de la verdad


Estas fuerzas no solo están interesadas en propagar mentiras. sino también en impedir la propagación de la verdad. Pudiera no ocurrírsenos con frecuencia, pero hay fuerzas demoníacas asignadas a estorbar la predicación del evangelio. Se las podría llamar antievangelistas espirituales, que hacen todo lo que está a su alcance para impedir que los creyentes comuniquen el evangelio y que la gente lo escuche.
Muchos de nosotros vemos la evangelización como algo que hacemos si tenemos la oportunidad. Algunos recibirán nuestro mensaje y otros no. A veces no nos sentimos con animo para evangelizar. Sabemos que tenemos la responsabilidad de comunicar el evangelio, pero no somos muy entusiastas. ¿ se ha puesto a pensar porque? ¿por qué se siente tan incomodo? Y ¿por qué no hay más gente que responda cuando finalmente predicamos el evangelio? ¿pudieran haber fuerzas espirituales obstaculizando nuestras actitudes y esfuerzos en la evangelización?. Existe un sistema demoníaco procurando disuadirnos de que evangelicemos. Estos seres dicen: “no seas un fanático de la Biblia. Tú no eres evangelista. Haces el ridículo. La gente te rechazará. ¿por qué piensas que tienes la razón y ellos no?. No lo hagas”

Dos cosas que aborrecen los demonios


Además de la intercesión, hay dos cosas en la vida del creyente que las potestades de las tinieblas aborrecen, y son la humildad y la evangelización eficaz. La humildad arranca las raíces del orgullo y el engaño en la vida de quienes domina Satanás. El fue derrotado por la humildad de Cristo en la cruz. Las potestades de las tinieblas también aborrecen la evangelización porque invade su territorio.
Podemos tener toda clase de reuniones, servicios de cantos y sociedades para recibir bendiciones. Al diablo lo tiene completamente sin cuidado. Pero si entramos en su territorio y comenzamos a liberar las almas de su dominio, tenemos que estar preparados para una guerra sin cuartel. El nos mentira respecto a nuestra capacidad. Tratara de infundirnos miedo. Retendrá nuestras finanzas para que no podamos ir al campo misionero. No se detendrá en nada para impedirnos difundir el evangelio. No solo debemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan, sino que tenemos que asumir la ofensiva. Tenemos que tomar la determinación de predicar el evangelio.
De acuerdo con Lucas 10:2. “la mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envié obreros a su mies”. Nunca debemos suponer que la predicación del evangelio sea suficiente. Ni tampoco es suficiente cuando enviamos a más personas. No importan cuantas personas respondan al llamado de Dios de “ir por todo el mundo” los obreros son todavía pocos a la luz de las fuerzas de las tinieblas que procuran impedirlo. Los obreros serán “pocos” mientras quede una sola alma que salvar.
¿Debiera desanimarnos esto?. No. Pero tenemos que aprender que no podemos separar la guerra espiritual de la evangelización mundial. ¿qué podemos hacer? ¿solo orar y reprender al diablo?. Si estamos en una habitación oscura, no reprendemos la oscuridad. Encendemos la luz. Si queremos quitar la oscuridad del mundo, debemos hacer todo lo que esta a nuestro alcance para encender la luz de Jesucristo. Debiéramos cantar, predicar, escribir, dramatizar; es decir, hacer lo que sea necesario para proclamar el evangelio. Nunca debiéramos oponernos a ningún método si proclama la verdad. Y continuamente debemos estar ocupados en la guerra espiritual juntamente con la evangelización. “Así que hermanos míos amados, estad siempre firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” ( 1 Corintios 15:58)


Componente 3: Ataque sobre el individuo

La tercera fuerza de asalto a favor del reino de las tinieblas es llevada a cabo por los espíritus malignos. Estos espíritus no están interesados en las zonas geográficas, ni en el comunismo, sino en el individuo. Los espíritus malignos ejercen su influencia sobre la conducta individual. Ya hemos visto que los demonios trabajan en las personas a través de : la mente, el corazón y la boca. Los espíritus tentadores fomentan el pecado y si salen airosos, llevan a la gente a la esclavitud.
Es interés de estos espíritus no es un grupo, sino un individuo. Así como hay Ángeles guardianes para cada creyente, podemos pensar que así mismo hay un demonio asignado a cada uno de nosotros. Esto no debiera alarmarnos, porque somos protegidos por el poder de Dios si hemos aceptado a Jesús como nuestro Salvador. No obstante. Satanás esta interesado en el individuo.
Los espíritus malignos procuran ejercer su influencia sobre nuestra conducta. Somos tentados constantemente para hacer el mal por la presión del enemigo sobre nuestros pensamientos, actitudes, apetitos y voluntad. Pero note que es una influencia y no una causa. Flip Wilson tenia una rutina popular en la década de los sesenta llamada: “¡ el diablo me obligó a hacerlo!”. Esto pudiera ser buena comedia, pero no es verdad. La gente afirma ser impotente pero no lo es. Por ejemplo. Un cleptómano no roba cuando sabe que lo están vigilando.


Descenso a la esclavitud

Sin embargo, existe una progresión. Todo lo malo comienza con una influencia. Somos tentados; sentimos deseos de hacerlo. Podemos pedir la gracia de Dios y rechazarlo o podemos consentir. Si cedemos a la influencia , cargamos un “peso en nuestra voluntad”. Será más fácil cometer ese pecado la segunda vez. Con cada repetición el pecado se vuelve más fácil, conforme comenzamos a adormecer nuestra conciencia. Podemos llegar al punto donde el pecado ya no parece malo. Así es como un asesino a sueldo puede matar a alguien y después ir a disfrutar una buena cena. Ya no le molesta más.-
Si continuamos en la maldad, desarrollamos “hábitos de pecado”. Los hábitos pueden ser muy fuertes. Dos errores comunes ocurren en este punto. Primero: llegamos a convencernos que es nuestra naturaleza básica y que no tiene cura. Segundo: pensamos que estamos poseídos. Esto no es verdad no estamos poseídos aún. Es solo un habito, profundamente arraigado, como muchas otras cosas que hacemos sin pensarlas. Por ejemplo: conducir un auto en Nueva Zelanda, es muy interesante volante está al lado derecho en vez del lado izquierdo, salir del flanco de la acera hacia la derecha y tener que concentrarse para quedarse en el carril izquierdo, sencillamente uno no puede conducir por el lado derecho. Pero no está acostumbrado a hacerlo por el lado izquierdo. No lo puede remediar. Toda la vida lo hizo por el lado derecho. Es un habito , es una costumbre. Uno puede decir: no lo puedo remediar, tengo debilidades. No puedo cambiar inmediatamente. ¿podría conducir por el centro un tiempo hasta que me acostumbre?.
No, no puede hacerlo. Uno decide manejar por el lado correcto, se adapta a la manera correcta y a la ordenanza del lugar. No hay “demonio de conducir por el lado derecho” del que necesite ser liberado. Sencillamente se “rompe el habito” de años. Los patrones habituales pueden ser profundos, pero pueden ser rotos por la gracia de Dios y nuestro compromiso a hacerlo.
Sin embargo, si continuamos en un habito de pecado, podemos desarrollar una atadura. Una atadura significa que existe un elemento sobrenatural en nuestro problema. El enemigo tiene ahora un asidero en una función de nuestra personalidad. Hemos hablado tradicionalmente de gente oprimida o poseída. Pero dejamos de utilizar estas palabras porque es difícil definir dónde termina una y comienza la otra. La palabra “poseído” no aparece en las escrituras originales; la palabra es sencillamente “endemoniado”. A esto llamo una atadura
Es posible tener una atadura que no consuma totalmente su personalidad y función; estar solamente atado en cierta parte de su personalidad. Cualquiera sea la atadura y el grado, si usted está atado, necesita ser liberado en el Nombre de Jesús.
La Guerra Espiritual se ocupa de dos niveles: el nivel mayor o cósmico, y el nivel individual, el personal. Cuando enfrentamos el reino de las tinieblas, nos enfrentamos a los gobernadores, los principados y las potestades en naciones, grupos sociales y en las estructuras de autoridad. Y debemos liberar de las ataduras a los individuos mediante la oración, la intercesión y el ministerio personal. Estamos firmes contra las influencias malignas en sus vidas así como en las nuestras. Debemos proceder con resolución en nuestros esfuerzos por comunicar el evangelio y llevar la luz dondequiera que haya tinieblas. No es una tarea demasiado grande, si seguimos aprendiendo lo fuerte que podemos ser en el Señor. Podemos llegar a ser hombres y mujeres que ejerzan la autoridad de Dios, y alcanzar victorias en todos los niveles.

Conociendo y Reconociendo la obra del Enemigo


Todo lo visto nos da la pauta de la necesidad de conocer y reconocer las “artimañas del enemigo”. No solo como el enemigo opera en las distintas áreas de la vida personal, sino también, en las áreas geográficas.
Debemos conocer sobre como realizar una “cartografía espiritual” en el lugar donde vivimos y conocer sobre las raíces del lugar, para identificar que tipo de “principados”, “gobernadores”, “potestades” y “huestes de maldad” hay en la región.
Solo la “obediencia”, la “sujeción”, la “dedicación” y la “intimidad con Dios” nos da la libertad de poder usar con eficacia la “autoridad delegada” sobre Satanás a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario.
El llamado a la intercesión y el clamor, es algo que Dios esta realizando cada día para la salvación de las almas atadas por los poderes de las tinieblas. Todo creyente se encuentra en una batalla, lo asuma o no, lo entienda o no, cada día es responsable por las almas que lo rodean y como hemos visto, aun por las almas del mundo entero, ya que la oración alcanza los lugares más impensado.







ASÍ SE MUEVE EL ENEMIGO.......

RESPETANDO RANGOS DE 

AUTORIDAD..........








FORTALEZAS Y AGRUPACIONES


Soberbia: orgullo, perfeccionismo, acusación, competición, burla, terquedad, chisme, jactancia, sarcástico, auto exaltación, discriminación, etc..

Sordo mudo: locura, epilepsia, doble mente, suicidio, hiperactivo, auto mutilación.

Letargo: alejamiento, mente atada, adormecimiento, olvido, estupidez, soñador, trances, vagancia, confusión.

Adivinación: ocultismo, magias: blanca, negra, roja y otras, velos mágicos, curanderos, parasicólogos, ocultismo, tarot, quiromancia, cartomancia, horóscopos.

Espíritus Familiares: espíritus guías, maldiciones de brujos, y brujas, de satanistas, de indígenas, de santerías, de origen, de vudú, de palabras negativas, de otros o de uno mismo, espiritismo.

Miedo: inseguridad, inadecuado, complejo de inferioridad, preocupación, sensibilidad, miedo a la autoridad, terror, horror, pesadillas, ataques de pánico, fobias, ansiedad, nervios, abandono.

Pesadez: tristeza, rechazo, desesperación, lamentación, fatiga, culpa, auto lastima, soledad, depresión, suicidio, imsomnia

Celos: impaciencia, amargura, decepción, codicia, control (Jezabel), venganza, sospecha, enojo, rabia, odio, matanza, violencia, egoísmo.

Mentira: decepción, exageración, profano, hipocresía, auto-condenación, robo, aislamiento, vanidad, chisme.

Anticristo: duda, incredulidad, rebeldía, brujería, auto-exaltación, hechicería, pactos ancestrales, velaciones, ritos ocultistas y sectas satánicas, esoterismo, metafísica, angiologia, yoga, mentalismo.

Pobreza: espiritual, física, material.

Ataduras: avaricia, glotonería, obesidad, adicción, anorexia, bulimia.

Enfermedad: artritis, asma, cáncer, muerte, dolor, circulación, huesos, órganos, glándulas, enfermedad en la sangre, diabetes, etc.

Prostitución espiritual y carnal: culto, religiosidad, legalismo, idolatría, debilidad emocional, fornicación, adulterio.

Perversión: lujuria, lesbianismo, homosexualidad, masturbación, sodomía, bestialidad, violación a la niñez, incesto, incubo, subcubo, exhibicionismo, pornografía, seducción, sensualidad, masoquismo, orgías, sadismo, fetichismo, manoseo y toda impureza sexual.

Estas son algunas de las “fortalezas” demoníacas con las que cuenta el ejercito enemigo para batallar a los hijos de Dios y para someter a la humanidad que no conoce al Redentor Jesucristo. 
Entiéndase que hablamos de “fortalezas” y de “agrupaciones de demonios”, los que se unen y fortalecen conforme al pecado o la puerta abierta en las personas. Cada fortaleza es comandada por un “hombre fuerte”, el cual hay que atar antes de entrar en batalla espiritual, en la oración a favor de la persona o en la intercesión estratégica. 

Animamos a los lectores a la oración dirigida por el ESPÍRITU SANTO, para una revelación de mayores detalles y saber que hay más por saber, esto no es todo, siempre Dios tiene más para los que “buscan, piden y están dispuestos a recibir”.

DIOS BENDIGA CADA INTERCESOR Y GUERRERO LLAMADO A PELEAR LA BUENA BATALLA.....

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