martes, 25 de marzo de 2014

GUERRA ESPIRITUAL ESTRATEGICA PARTE 7

GUERRA ESPIRITUAL ESTRATEGICA PARTE 7
Abdicar a favor del diablo.

El primer destructor de estos muros es “el liderazgo sin Dios”. Cuando los lideres no viven y gobiernan de acuerdo con los principios bíblicos y de acuerdo con la voluntad de Dios, los muros de su autoridad se derrumban. Se le permite a Satanás que gobierne por medio de ellos. Por ejemplo; si un juez es corrupto y no teme a Dios, él abdica su liderazgo a favor de los poderes de las tinieblas. El no se da cuenta de que esta entregando su corte, pero todos los que están bajo su autoridad quedan expuestos al ataque de Satanás. Lo mismo es cierto en todas las estructuras de liderazgo. El liderazgo sin Dios destruye los muros y permite a los gobernantes del mundo invisible que gobiernen. Y ellos nunca pierden su oportunidad.
Por eso 1 Timoteo 2: 1,2 nos encarga orar “por todos los que están en eminencia”. Toda autoridad está bajo ataque, porque el enemigo quiere mandar. Tenemos una crisis de liderazgo en la mayor parte de la sociedad. Necesitamos fortalecer sus muros. Necesitamos interceder por nuestros gobernantes. Y como lideres nosotros mismos, necesitamos ser fuertes y dirigir con integridad. Esto retardara al enemigo. Si por otro lado, constantemente socavamos la autoridad, estaremos colaborando con la causa de Satanás.
Otro destructor de los muros de protección de la ciudad es la “negligencia”: lideres que no guían. Lamentablemente, hay esposos que no se conducen como esposos, padres que no cumplen su función, maestros que no enseñan. Hasta donde descuidamos nuestras responsabilidades como lideres, dejamos un vacío para que los gobernadores de las tinieblas manden en nuestro lugar. Por ejemplo: muchos padres y madres están demasiados ocupados para dedicar tiempo a sus hijos, demasiado ocupados para comunicarles los valores morales ó disciplinarlos y afirmarlos. Esto deja a los hijos vulnerables a las influencias malignas.
El tercero y más común destructor de los muros es la “rebeldía”.
En los lugares donde se pide a la gente que levante la mano si alguna ves se ha revelado. Casi todas las manos en los grupos se levantan. Desde pequeñitos hasta adultos maduros, todos nos hemos revelado. Es triste, pero aun en círculos cristianos la rebeldía es excusada con frecuencia. Decimos cosas como:
“Bueno, es que soy así”
“Tengo mi lado rebelde”
“Me gusta hacer lo que quiero”
“No seré un adulón”
“A veces tenemos que defender nuestros derechos”
“A veces me gusta defender la peor de las causas”
“Así es mi personalidad”
Quizás defendamos nuestro corazón rebelde con frasecitas curiosas, pero le estamos haciendo un daño tremendo a los muros de la autoridad. Los limites entre el consentimiento y la resistencia, el apoyo y la oposición, y la sujeción y el desafío se cruzan con mucha facilidad cuando permitimos ser “un poquito rebeldes”.

Qué es y qué no es rebeldía:

Primera de Samuel 15: 23 dice que “como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación”. Esta comparación es muy seria. Sin embargo tenemos que darnos cuenta de que la rebelión destruye los muros. La rebeldía es una actitud del corazón que dice: “no necesito de reglas, no necesito de lideres, ni de nadie que me diga lo que tengo que hacer”.
Dicho pura y sencillamente, el espíritu de rebeldía es el rechazo a la autoridad. Es el deseo de quedar libres de cualquier cosa impuesta sobre nosotros. La razón por la que es como hechicería es, que la rebelión da entrada a Satanás. La rebelión y la hechicería cumplen lo mismo en las estructuras de gobierno y en las vidas individuales. Ambas tratan con los poderes de las tinieblas.

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten , acarrean condenación para si mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿quieres pues no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella. (Romanos 13: 1-3)

Romanos 13:1 no dice que toda autoridad sea piadosa. No todas lo son. Tenemos policías, jueces, presidentes, pastores y padres corruptos. Pero el puesto de autoridad fue establecido por Dios. Es su voluntad que hayan estructuras de autoridad y que todos estemos en sumisión a los que ocupan puestos de liderazgo. Los lideres en sí pudieran ser malignos, pero los puestos que ocupan existen como muro de protección.
La autoridad en sí y de sí misma efectivamente impide ó retarda la maldad, de acuerdo con Romanos 13:3. Es causa de temor para los malhechores. Un país que tenga una fuerte estructura de autoridad, aunque no sea cristiana, limitará la maldad. Una familia que se sostenga por principios familiares retardará é impedirá la maldad. El diablo es detenido por los muros de autoridad que rodean a las instituciones. Este es un principio universal de Dios. Afecta a todo el mundo.

Desobedecer sin rebelarse:

¿Significa esto que debemos escoger la obediencia a las autoridades mundanas por encima a la obediencia a Dios? No. En Hechos 4, Pedro fue llevado ante los sacerdotes por predicar el evangelio. Las órdenes de ellos estaban en conflictos directo con los mandatos de Dios. Pedro se negó a obedecerlos. Obedeció a Dios antes que a l hombre, pero no atacó la autoridad del sacerdote. No respondió en rebeldía. Puede haber una diferencia entre la rebelión y la desobediencia civil.
La sumisión a la autoridad no significa que nos convirtamos en personas con voluntades doblegadas sin opinión propia. Todavía podemos estar contra la injusticia y la mentira. Podemos disentir, confrontar y reprender en el Espíritu de Cristo cuando necesitemos hacerlo. Pero nunca debemos derribar las estructuras u oponernos a los lideres meramente porque están en autoridad.
Satanás tiene en la mira a las familias, a los sindicatos de trabajadores y a los países. Cuando albergamos la rebelión, cuando tratamos de derrocar la autoridad, nos convertimos en aliados del diablo.
Una cosa es reconocer los intentos de Satanás de derribar los muros. Pero, ¿qué debemos hacer al respecto? Ezequiel 22:30 dice: “Busqué entre ellos, hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha........” Dios busca hombres que reedifiquen los muros mediante la oración intercesora. Ahora sabemos donde están los muros y las brechas. Están a nuestro alrededor, las estructuras de la sociedad se derrumban. Debemos ponernos en la brecha intercediendo ante Dios a favor de nuestras ciudades, familias, escuelas é individuos y no permitir entrar al enemigo.
Ezequiel 13:4-5, es lo más exigente en su desafío para que adoptemos nuestra responsabilidad profética e intercesora en la sociedad. “Como zorras en los desiertos fueron tus profetas, OH Israel. No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme la batalla”
Una zorra se construye una guarida cómoda en las ruinas de un muro. Con frecuencia esto es lo que hacen los creyentes, mientras la sociedad se desintegra alrededor de ellos. Somos llamados a ponernos de pie y a reparar el daño en los muros de la sociedad, mediante la guerra, la oración y el involucramiento.

Principados: (gr.: Archaid – dictadores)

La segunda función dentro de la jerarquía demoníaca es la de los “principados”; referidos con frecuencia como “espíritus territoriales”. Los principados no son más grandes, más fuertes, ni más malos que los otros espíritus en el reino de las tinieblas. No tienen necesariamente cuatro cabezas más ó diez ojos más. Los principados son sencillamente seres con vastas extensiones de influencia dentro del reino satánico.
Para entender qué es un “principado”, piense en la palabra en sí: Un “príncipe” es un líder con título; el sufijo “ado” tiene que ver con la geografía y la demografía. Geografía es el estudio de las extensiones de tierra y Demografía el estudio de cómo se agrupa la gente en la sociedad. El término principado revela un aspecto muy significativo en el acceso de Satanás a nuestro planeta. Satanás despliega sus fuerzas de acuerdo con un mapa del mundo. El “no” ha dispersado sus tropas al azar. No corren caóticamente, chocando una contra otra.
El reino de las tinieblas está tan bien organizado como el mejor ejército del mundo. Satanás tiene un plan de batalla particular para cada zona geográfica y para cada grupo humano. Sus planes para la India difieren de los de la ciudad de Nueva York. Sus estrategias para gobernar a los niños sin hogar de Colombia son distintas que de las prostitutas de Ámsterdam. Poderes de las tinieblas específicos son asignados a regiones específicas y gente específicas.
Al igual que los de cualquier buen general, los planes de Satanás de gobernar la tierra han comenzado con buenos mapas. El ve al mundo en sectores. El ve imperios, naciones, regiones, ciudades, barrios y vecindarios. El considera la densidad de la población rural y urbana. Conoce bien las razas, las nacionalidades, las tribus, los clanes y hasta las familias. Satanás es también un estudioso de los grupos de idiomas, dialectos, de las herencias culturales y del linaje étnico. El conoce toda sociedad, organización y asociación, Satanás conoce su campo de batalla. El conoce a su enemigo y está bien preparado para la lucha.

Saque su atlas:

Por eso es que podemos pararnos con los dedos del pie en un país que es mayormente cristiano y los talones en otro que no tiene un testimonio cristiano importante. Muchos viajeros han encontrado este contraste en diversos lugares. En una ciudad observamos el progreso de Dios y realmente sentimos la atmósfera positiva y pacífica. En otra ciudad sentimos el conflicto, la opresión y un sentido de dominio de los poderes de las tinieblas. Aun mientras cruzamos un puente en la misma ciudad, algunos hemos sentido el cambio en las condiciones espirituales. Al leer testimonios, vemos que en distintas ciudades del mundo, dejan un lugar y al momento sienten que entran a un territorio espiritual diferente. Si observamos las tiendas vemos más tiendas de la Nueva Era, más centros de sectas, menos iglesias y más pequeñas, un mayor sentido de la presencia del mal, y actividad abierta al ocultismo. Esto como en muchas ciudades, parece atraer a gente con la misma mentalidad. Basta con observar alrededor de nuestra comunidad, ó mirar nuestro vecindario.
Dios nos puede dar mayor susceptibilidad a las influencias espirituales en sitios particulares, pero aun sin la percepción espiritual, solo tenemos que ver las estadísticas. Dos ciudades pueden tener muy diferentes índices per capita de asesinatos, violencia, vicio de drogas, y alcohol, prostitución, pornografía, embarazo de adolescentes, abortos, adulterios, divorcios y suicidios. Pueden diferir en el numero de homosexuales ó sectas y religiones satánicas y paganas. Pueden sufrir diferentes índices de mortalidad infantil, insanidad, accidentes y enfermedades.
Satanás despliega sus fuerzas y formula sus estrategias de acuerdo con el mapa. Si tomamos en serio la “guerra espiritual”, es sumamente imperativo que nos familiaricemos con la geografía y los grupos sociales en este planeta. Como creyentes debiéramos pasar mucho más tiempo estudiando nuestro atlas, el mundo y los que habitan en él.

Despertando la atención del diablo:

El diablo no se deja impresionar por mucho de lo que hacemos. No es que hagamos cosas malas ó carnales, sino que muchos de nuestros esfuerzos son de poca consecuencia para él. Sin embargo, cuando oramos de acuerdo con un mapa, y comenzamos a enfocar nuestras oraciones en los lugares y los grupos sociales que Satanás ha marcado como de su propiedad y para su destrucción, entonces despertamos definitivamente su atención.
¿Le parece una idea extraña y nueva orar por un país al que nunca ha ido?
¿Le parece raro leer sobre una pequeña tribu en la revista GeoMundo y después encomendar a esa tribu seriamente a Dios en oración?: Eso solo indica lo despistado que andamos.... A la luz de nuestra gran comisión de “ir por todo el mundo”, orar por todo el mundo, debiera ser nuestra primera respuesta, y nuestro mayor compromiso para ganar el mundo para Cristo. Orar por la gente en todo el mundo es la responsabilidad de todo creyente.
Orar geográficamente intranquiliza al diablo y entorpece sus planes. Pero ¿cómo hemos de orar por gente que no conocemos, ni sabemos donde está? Podemos estar seguros de que Satanás ha hecho su trabajo de investigación. Necesitamos aprender y enseñar geografía en la iglesia. ¿cómo hemos de orar por Sikkim si nunca hemos oído ese nombre? Debiéramos saber que Sikkim está a un lado de Bután. Bután es un país con un puñado de cristianos. Pocos sabemos donde está Mozambique, pero el diablo ha tenido por siglos un plan sistemático de destrucción y esclavitud. Pocos creyentes oran por Mauritania, que podría ser la razón por la que hay muy pocos cristianos allí. No sabemos donde está y quienes viven allí. Pero podemos estar seguros que el diablo si lo sabe.
Las potestades de las tinieblas conocen y tienen estrategias para todo grupo humano. Lo único que se interpone en el camino de Satanás es la iglesia. Guerra Espiritual en una escala global significa aprender a orar geográficamente.
El capitulo 10 de Daniel, menciona al “príncipe de Persia”, un principado sobre Persia. Este principado no se ha muerto de vejez, ni se ha jubilado. Probablemente siga allí, funcionando de la misma manera. El libro de Daniel menciona también al “príncipe de Grecia”. Si hay príncipes de Persia y de Grecia, también los hay de Escocia, Hawai, Londres, Dallas, y también de Argentina.
La demografía, el estudio de los grupos sociales, es un fundamento igualmente efectivo sobre el que Satanás formula sus estrategias y asigna sus fuerzas. El tiene planes para todo grupo humano. Tiene una estrategia especifica y espíritus asignados para los refugiados, los policías, las esposas maltratadas, los telefonistas, los ciegos, los hombres de negocios, y cada uno de los incontables, pequeñísimos y distintos grupos de la humanidad.

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